

Healthcoach
Terapia de luz roja
Mi nombre es Carolina

Les quiero contar un poquito mi historia:
Desde hace un tiempo comencé a cuestionarme muchas cosas, que increíblemente antes no lo hacia, simplemente transitaba en esta vida con lo que me tocaba y hacía lo que creía estaba bien o era lo aceptado. Pasé por un ataque de pánico (y otros que aprendi a controlar), siempre estaba al borde de la diabetes, dormía horrible, me desvelaba a las 3 am y pasaba rato (hasta horas) para volver a dormir, me empecé a bajonear y nada me interesaba demasiado hasta que empece a visualizar que mis hijos, sobretodo el más chico (tengo 2 varones), no estaban bien.
Mis amigas me recomendaron una psicóloga, a la que fuimos con mi marido. Nos dio prácticamente una «cachetada», nos hizo, o por lo menos a mi, me hizo abrir los ojos, cambiamos muchas actitudes en casa y de a poquito las cosas se fueron y siguen acomodándose.
Una de sus recomendaciones fué que yo dejara de trabajar, paso a aclarar que amé mi trabajo durante 20 años, pero los últimos fueron duros, pandemia de por medio, algo en mi me decía que no podía seguir, y Bea (nuestra psicóloga) nos ayudó en esa decisión. Luego pasaron cosas tristes para nosotros, pero creo que todo lo que nos «pasa» deja un aprendizaje o sucede por alguna razón, que la vamos descubriendo con el tiempo. Al tomar la decisión de dejar de trabajar y hacerlo efectivo, comencé a transitar un nuevo camino, el camino del autocuidado, de la auto comprensión, de la conciencia, pero sobretodo del «despertar». Empecé con mi alimentación, descubrí la alimentación Cetogénica (mi cuñada fué quien me la sugirió) y gracias a eso comencé este camino en el que me encuentro hoy, informándome, investigando y probando en mí todo lo que aprendo, y descubriendo otra realidad o verdad. Es un camino muy difícil, ya que choca con todo lo que creía saber, y por supuesto con todo mi entorno familiar y social. Pero estoy convencida de que voy por el camino correcto, también sé que me queda muchísimo por descubrir y en eso estoy… ¿me acompañan?